sábado, 15 de agosto de 2020

Senda.

 

Senda  obstruida

 

En estos tiempos,

 he aprendido a memorizar

todos los días la senda

 que me ha tocado atravesar.

 

Tener los sentidos vivos,

  y el alma fuerte.

Recordar, todos los días, de escribir

sumergido en el silencio.

Sin despertar ninguna sospecha y

tener los ojos bien abiertos.

Cuando esto pase

recordarlo hasta el infinito.

 

Así,  sin  la tristeza que

 me embarga y tener una alma sobria.

Estar pendiente que los ruidos

 no me enloquezcan

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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