Tu fuiste un día
yo guarde en mi memoria tu recuerdo
y a la distancia con tu voz serena
y de tu siempre espontanea risa,
con tu mirada profunda y huidiza
enterrando en el fondo de mi pena
con palabras y sueños de alegría
buscando de dónde sacaba fuerzas
así, amada mío, van pasando
el días y el silencio toma todos los espacio del apartamento
Pero sin tu voz apasionada
salta de mi corazón y brillo de tu alma
porque sé tu siempre estas presente
Y esta cruel distancia nos separa
y mi lecho se ha convertido una gran sabana
triste y frio
vivo pensado en los días felices que hemos sido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario