Dice un viejo proverbio chino:
Para refinar nuestros oídos hasta que logren
escuchar nuestra lágrimas,
nuestra sonrisa y nuestra
esperanza.
Cuando llegue al final
mi respiración
Cuando este cuerpo se viste de mi alma
y mi alma
se haya visto en tu amor
entonces
el aliento que me diste
me llevará de vuelta
hasta tus labios
Señor
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