Navidad
A mi edad he
recibido golpes
y tristeza
He visto florecer sueños,
en soledad,
expansiones de espacios.
Apenas llueve,
cuando venga luz
emprenderé la ida
de día.
Me voy, por esas calles
para ver
alrededor, mucha gente
extendiendo las manos al vacío.
Sus lenguas no pueden gritar,
donde nace la tristeza,
en esta ciudad abren sus venas,
sus raices y su cuerpo,
a ciertas horas de la noche,
van a la cata de bolsas negras de basura.
buscando algo para comer
o vender.
Cuando el sol incendia la noche
los cuerpos se reunen sobre el cartón,
ver en el día, a la gente nutriendose
de un espejimo de felicidad.
Hay días
de una sola palabra:
gracias.
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