El Avila
En las paredes de las casas
de los caraqueños, que se
marcharon, hay un foto de su
Avila.
Ver en la mañana como flota
por el aire su imponente imagen,
siempre presente,
en los recuerdos.
Mirando su salida de las nubes
en las mañanas
pareciera estar despertando
al mediodia con su potente presencia
toda ella verde.
En la tarde va jugando con
sus diferentes tonalidades.
Oir la voz del silencio
cuando transita por sus caminos,
la tranquilidad en su alma.
Hay dias de una sola palabra
gracias
Ese refugio de los cantos de los pajáros
va trepando los oidos
cuando va subiendo
es andar en la felicidad
Ese es el misterio
de su cuidad Santiago Leon de Caracas
su sultan enamarado y su honda nostalgia
pero siempre presente con
su intimo diálogo.
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