En estos tiempos
ya no alcanza para decir adiós.
A unos se lo llevó la diáspora,
a otros se lo llevó el hambre,
pero dicen que la peste.
Solo nos han dejado
mañanas tristes.
Tiempo que nos recuerdan
eres un factor de riesgo
por la edad.
Lo único cierto que viviré
algunos años más,
junto a mi esposa.
Atravesamos el rio de la vida
un largo trecho.
De tal modo lo difícil es decir
adiós.
La vida esta pasando tan rápido,
un instante es crucial.
Reviso las fotos
de mis padres, de mis abuelos.
Ellos siempre me enseñaron
a amar este pais,
con su olor y su sabor,
donde están depositadas todas las memorias.
La vida es eterna
junto a mi bella esposa,
dura más que una flor.
Gracias a la fuerza del amor
nuestra vida se ha convertido
en un campo de milagros.
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